La Rioja: un destino imprescindible.

Hace un año estuvimos en La Rioja en Semana Santa. La verdad es que no teníamos ninguna idea preconcebida. No es un lugar que en principio nos hiciera especial ilusión. Íbamos atraídos por su reputación vinícola, el monasteio de San Millán y poco más pero ¿qué nos pareció La Rioja? Absolutamente maravillosa.

Restaurante El comilón.

Si tuviera que elegir no sabría muy bien si quedarme con la gastronomía, el paisaje, los pueblos o la cantidad ingente de conventos, monasterios y patrimonio histórico que tiene esta tierra. Lo pasamos fantásticamente bien y tenemos un recuerdo maravilloso. No tardaremos en volver porque cada vez que nos acordamos de las chuletillas al sarmiento, de los vinos de Haro, las tapas y el ambientazo de Ezcaray...se nos hace la boca agua. Y si os gusta la historia, el Monasterio de San Millán, patrimonio de la humanidad, es para llorar de la emoción. Allí nació el castellano. La visita guiada explica perfectamente bien la historia de nuestra lengua. Inolvidable.

No podéis perderos:

Haro. Un pueblo con muchísimo encanto, perfecto, de tapas y de vinos ¿para qué hablar?

Briones. Un pequeño pueblo con un casco histórico muy cuidado y con el museo del vino a las afueras. Ultramoderno.

San Millán de la Cogolla, Monasterio de Yuso y Suso. Patrimonio de la humanidad. Cuna de las glosas emilianenses (primeras palabras en castellano y euskera) Un monumento impresionante.

Ezcaray. Un pueblo precioso, muy turístico. lleno de restaurantes. Os recomendamos El comilón. Hicimos la reserva por internet. Es de los dueños del Echaurren ( uno de los mejores restaurantes de España) pero más asequible. Sólo por comer aquí merece la pena el viaje.

Santo Domingo de la Calzada. Parada obligatoria para los peregrinos que van a Compostela. Es un monumento en sí mismo.

Tirgo: el pueblo es pequeñísimo. Os aconsejamos el hotel en el que estuvimos: Solar de Febrer . http://www.solardefebrer.com/ Además de precioso, los dueños son encantadores (con los niños maravillosos) y el restaurante del hotel...para salivar sólo de recordarlo.

Además estuvimos en Nájera, Casalarreina y algún pequeño pueblecito cercano pues en todos hay patrimonio que ver. No llegamos a la capital ( es un pecado que resolveremos ) por falta de tiempo pero seguro que merece la pena.

Si contáís la cantidad de veces que he escrito maravilloso, fantástico, impresionante... en este post deduciréis que le damos un 10 a este destino. Si no váis, no sabéis lo que os perdéis.